Aún resuenan en mi mente las palabras del teniente Salmerón de la UCO de la Guardia Civil, “doble vida, muerte, violación” y otras que no recordaba o que mi mente se negaba a recordar. Lo decían los periódicos y los telediarios, pero ni con esas me lo creía, él era el Asesino de la A6, imposible, debía ser un error.
El teniente Salmerón es un hombre de estatura media con el pelo más canoso que castaño, unos ojos marrones tristes o quizás cansados o seguramente las dos cosas, tiene un modo de hablar suave y pausado, viste un suéter de cuello alto, pantalones vaqueros, calzado de suela gruesa y una chaqueta de paño gruesa con parches en los codos.
Es invierno, la lluvia pega en los cristales, en el salón de mi casa el teniente y la sargento García ocupan el sofá de tres plazas y yo me siento en el de dos. La voz del teniente sigue desgranando hechos:
_ En un principio nadie sospechó de un asesino en serie ya que los crímenes ocurrían en diferentes provincias y con una separación de dos meses entre cada uno, además como la mayoría de las víctimas eran prostitutas, las autoridades locales no le concedieron mucho tiempo a cada investigación.
Durante tres años el asesino tuvo carta libre para actuar y tal hecho le hizo cambiar, le volvió más violento, ahora además de violarlas y asfixiarlas con una bolsa de plástico atada a su cuello, les cortaba el dedo anular, creemos que para quedarse con sus anillos como trofeo.
_ ¿Cómo alguien puede matar tantas mujeres y nadie darse cuenta? No me lo explico teniente- le dije
_ Como ya le expliqué la mayoría eran prostitutas y se presupuso que era producto de la guerra entre traficantes de blancas y al no obtener resultados esas líneas de investigación, los casos fueron quedando sin resolver debido a otra clase de delitos que si prosperaban al ser investigados.
.El destino si así quiere llamarlo hizo que un policía nacional que hacía tres meses se había graduado de la academia al acudir a un llamado por un cuerpo hallado cerca de un local de alterne de las afueras de Lugo le llamara la atención el hecho de que le faltara el dedo anular a aquel cuerpo.
Una vez en comisaría comenzó a investigar los casos sin resolver y encontró otros tres casos similares, por lo que averiguó en otras comisarías de la provincia y encontró un total de nueve casos en ese año, también descubrió que los tres años anteriores murieron veinticuatro prostitutas y una mujer sin identificar en zonas cercanas a bares de alterne o áreas de servicio.
Habló con su comisario de las sospechas de que hubiera un asesino en serie en la provincia, pero este se encontraba en medio de una investigación por corrupción urbanística que implicaba a varios políticos locales y le dijo que no perdiera tiempo investigando muertes de prostitutas que eso no llevaba a ninguna parte.
Por suerte para nosotros este novato decidió investigar en sus horas libres y en su casa llevándose copias de los expedientes, poco tardó en darse cuenta de algo que había pasado desapercibido a investigadores veteranos, todos los crímenes eran en las cercanías a la A6, la autovía que va de La Coruña a Madrid.
Sospechando que los crímenes no fueran solo en Lugo, empezó a investigar en el resto de las provincias que atraviesa esta autovía y descubrió cadáveres por Coruña, León, Zamora, Valladolid, Ávila, Segovia y Madrid y todos sin resolver y con el mismo modus operandi, ya no tenía dudas, existía un asesino en serie.
Con el resultado de tres meses de investigación se presento a su superior, este llamó al jefe de investigadores de la judicial y el novato expuso sus pruebas y teoría. Sus superiores quedaron sorprendidos y consternados ante tal cantidad de casos sin resolver en los tres últimos años y en ese momento decidieron dos cosas, que aquel novato pasara a ser un agente de la judicial dadas sus dotes de investigación y elevar los descubrimientos a sus superiores. Al ser un caso que atraviesa varias provincias este nos llegó a nosotros en la UCO y desde entonces estamos tras el asesino en serie más prolífico en la historia española.
Hace cinco años que estamos tras el asesino que lleva ocho años matando.
En ese momento entró un guardia civil con el rostro pálido
_ Mi teniente debe venir a ver esto, venga al garaje por favor- al salir Salmerón le indicó a la sargento que se quedara.
En el garaje había tres agentes más que revisaban en varias cajas, otro más allá tenía una caja de metal en sus manos que temblaban un poco, Salmerón se acercó y de un rápido vistazo vio que estaba casi llena de anillos. En ese momento uno de los agentes se dirigió a un pequeño congelador vertical el que comenzó a revisar, no pudo contener una exclamación
_ ¡Dios mío!- después de quitar varios paquetes de comida congelada, encontró en el fondo, perfectamente alineados y embolsados sesenta dedos anulares.
Salmerón se dirigió a la casa, una vez allí al oído de la sargento le dijo algo que le hizo desaparecer el color de su cara, fue entonces cuando vi. como cambiaba la expresión de los ojos del teniente, ya no estaban cansados, eran fríos tanto como el tono de su voz
_ Sra. Fernández ¿Dónde se encuentra su esposo?
_ Como le dije cuanto usted llego con la orden de registro, esta trabajando, es camionero y no se donde está ahora mismo, el me llama por las noches ya que no tiene móvil.
_ Sargento García, de la orden de busca y captura para Sergio Fernández, páseles la matrícula del camión. Es hora de detener al asesino de la A6.
Desde la captura de mi marido, la vida se ha convertido en un infierno, el acoso de los medios de prensa, el desprecio de los vecinos, las miradas de los comerciantes ¿es que no se dan cuenta de que soy una víctima más? Yo viví tan engañada como el resto de la gente a nuestro alrededor.
Después el juicio, más medios de comunicación, el insulto de los extraños a la puerta del juzgado, sentir de la boca de la fiscalía las acusaciones, las pruebas, los testigos y lo más doloroso para mí, ver a los familiares de esas pobres mujeres muertas, ver su pena, su expresión al sentir como murieron y fueron abandonadas al costado del camino, como quien deja una bolsa de basura.
Mi vida ha quedado destrozada, no duermo, apenas como, de poco o nada sirve el apoyo psicológico que recibo, no entiendo como aquel hombre que me hacia el amor, me cuidaba y me amaba pudiera haber hecho lo que hacia.
Mi vida no tiene sentido, me siento tan muerta como aquellas mujeres, ya no se que hacer ¿cómo puedo rehacer mi vida después de esto?.
Salmerón se encuentra en su oficina cuando entra la sargento García
_ Ponga el telediario mi teniente.
Un reportero informa que en un piso del barrio de San Fernando se ha encontrado el cuerpo sin vida de la que fue la esposa del llamado Asesino de la A6. Según informes de la policía la señora ha muerto por desangramiento después de cortarse las venas en la bañera de su domicilio, ha dejado una nota pidiendo perdón a todo el mundo por lo que hizo su marido.
Salmerón apago la televisión, miro a la sargento y con voz y mirada cansada dijo
_ La última víctima del asesino de la A6.